Knives Out es una película que ha sido muy elogiada desde su estreno. La primera película, protagonizada por la increíble Ana de Armas, reunió a un reparto excelente, entre ellos, grandes estrellas del mundo del cine, como Chris Evans. Pero no fue sólo el reparto, sino la historia, el vestuario y cada parte de la película lo que la hizo como ninguna otra. Es por esto que Netflix vio una oportunidad, y adquirió los derechos de la ahora franquicia. Al igual que Netflix como propietario, la compañía se encargó de explotar el potencial de esta historia. Así, Glass Onion: A Knives Out Mystery llega como secuela.
Esta es la película en la que el Benoit Blanc de Daniel Craig aborda otro misterio con un elenco completamente nuevo de sospechosos interpretados por varias caras conocidas de Hollywood. Según la sinopsis, la película se centra en un multimillonario de la tecnología, Miles Bron (Edward Norton), que "invita a algunos de sus seres más queridos a una escapada a su isla griega privada, pero pronto queda claro que no todo es perfecto en el paraíso. Y cuando alguien aparece muerto, quién mejor que Blanc para desentrañar la intriga".
Desde el anuncio de la segunda parte de la historia, que ya podemos ver en Netflix, el público se mostró muy ilusionado. Se trata de películas con un guión que es prácticamente un juego para el espectador y el trabajo de sus intérpretes. Así, Johnson, creador de la historia que vemos en pantalla, confirmó que tenía en sus manos una fórmula de éxito que podría funcionar para nuevas apariciones en pantalla. Su principal inspiración son las obras de Agatha Christie y su icónico Hércules Poirot.