Después de una semana de su lanzamiento, la serie de Netflix Inventando a Anna,
protagonizada por Julia Garner ha reunido muchas críticas,
y tristemente para Netflix y los escritores, no han sido demasiado favorecedoras,
pues actualmente se encuentra con 33% de puntuación de audiencia en Rotten Tomatoes,
y los críticos tampoco tienen demasiadas cosas buenas que decir.
En caso de que no estés al tanto de la serie, esta está inspirada en una historia real,
la de Anna Delvey (Anna Sorokin) una mujer rusa que pretendió ser heredera de una gran fortuna,
aprovechándose para entrar en la alta sociedad de Nueva York, aprovechándose de esto para
estafar a instituciones y conocidos por igual, por una deuda total de 275 mil dolares.
La serie sigue la historia de Anna Delvey, por supuesto, desde su inicio hasta su caída, y a pesar
de lo increíble que lo hace Julia Garner, con su acento ruso falso y sus manerismos
tal cual lo haría Anna Delvey, no hay mucho más bueno que decir de la serie.
Esta es una de esas ocasiones donde la actriz principal se alzó´por encima del guión,
entregando mucho más de lo que era necesario, pues la serie tiene problemas con el
ritmo y la consistencia, ya que en muchas partes se siente aburrida
y con relleno necesario, incluso tratándose de la historia de una estafadora
con un pasado más que interesante, que si que tenía contenido para
una mucha mejor adaptación audiovisual.