La última edición de 'Sábado Deluxe' tuvo una invitada de lujo. Aunque solo interviniera por teléfono, Isabel Pantoja no dejó desperdiciar la ocasión para dar palabras de apoyo a su hijo Kiko Rivera.
Kiko Rivera asistía al show para hablar de sus problemas personales y su lucha con la depresión. Como se acostumbra en este tipo de programas, las lágrimas no tardaron en aparecer cuando el hijo de Pantoja hiciera confesiones muy fuertes respecto a su salud mental.
El DJ confesó que no se encuentra pasando un buen momento en su vida. La lucha contra su adicción a las drogas ha sido una etapa difícil en su vida que lo ha dejado sin autoestima.
"Estoy en el subsuelo" han sido las palabras de Kiko para describir su estado anímico, afirmando que nunca se ha sentido seguro de sí mismo, ni de su imagen personal ni de sus capacidades.
Las confesiones de Kiko eran alarmantes, y los colaboradores de 'Sábado Deluxe' le aconsejaron que buscara ayuda profesional. Por otra parte, Kiko añadió que no tenía ganas ni de vestirse o arreglar su cabello o barba.
La sorpresa de la noche llegó cuando la madre de Kiko apareciera a través de una llamada en el set de 'Sábado Deluxe'. La cantante, quien es conocida por ser una mujer tan emotiva, no pudo evitar emocionarse al darle consejos a su hijo.
Las palabras de Pantoja buscaban alentar a su hijo recordándole que siempre puede contar con su familia. Sin embargo, Pantoja pareció subestimar los sentimientos de su hijo, indicando que hay gente que la está pasando peor.
Uno de los principales prejuicios en torno a la salud mental, es pensar que la depresión de una persona no es válida simplemente porque hay gente que se encuentra en situaciones más difíciles.
Y mientras Pantoja indicaba que lo que tenía su hijo "no impotaba", porque había mucha gente muriendo debido a la pandemia, Kiko parecía escéptico de las palabras de su madre.
Esperamos que madre e hijo se puedan conciliar pronto y encontrar ayuda de un psicólogo que pueda devolverle el autoestima a Kiko.