Después de atravesar la frontera y abandonar su país donde no tuvieron suerte, los hermanos reyes guerrero se instalan en una pequeña y agitada ciudad, donde montan una panadería para mantenerse.
Juan, el mayor, dirige el trabajo y se constituye en el jefe de aquel hogar. Es un hombre recio, emprendedor y responsable, pero demasiado estricto. Le sigue Oscar, astuto, ambicioso y calculador.
El tercer hermano es franco, mucho más débil de carácter, bohemio y un romántico empedernido.