Una estudiante universitaria pierde su beca de estudios como castigo por haber bebido alcohol.
Como no puede hacer frente al coste que ahora debe asumir, acepta un empleo consistente en convencer a ricos empresarios para que hagan suculentas donaciones a una organización benéfica.
Lo que ella no sabe, desde su más absoluta inocencia, es el precio que tiene que pagar para lograr su objetivo.