Como huérfano, un joven adopta el nombre de Simón Templar. Con el tiempo, se convierte en un sofisticado y escurridizo ladrón dispuesto a cometer cualquier robo por un buen precio.
En sus trabajos, adopta diferentes personalidades, siempre con el nombre de algún conocido santo. Un poderoso industrial ruso le contrata para robar la fórmula de una revolucionaria fuente de energía desarrollada por una joven científica.
Pero pronto el santo se enamorará de ella, debiendo elegir entre cumplir su trabajo o quedarse con la chica. Cuando ella es amenazada por la mafia rusa, el santo no tendrá más remedio que acabar el robo para salvarle la vida.
